Buda respondió bellamente: Cuando quieres una flor simplemente la arrancas. Cuando la amas, la riegas a diario.
QUERER es un sentimiento de deseo. Como querer comer, querer dormir, querer compañía, querer comprarte algo. En fin, es buscar satisfacer una necesidad. Las relaciones humanas se transformaron en una necesidad, de ahí viene el famoso y mal comprendido TE QUIERO.
¿Te has preguntado alguna vez qué sucede con el Ser que tienes en frente y le dices que lo quieres? Independientemente si esa persona es un amigo, una esposa, un padre, un hijo, etc. ¿Para qué y porqué lo quieres?
¿Lo quieres para que te acompañe a no sentirte solo?
¿Lo quieres para que te mantenga y te de sustento económico?
¿Lo quieres al lado tuyo para cumplir con mandatos sociales o familiares?
¿Lo quieres para que te de un hijo y así sentirte más acompañado?
Lo que explico realmente suena muy frívolo y con un gran sentido de inconciencia, pero tristemente así nos hemos aprendido a relacionar. Las peleas y reclamos, generalmente provienen de esa carencia interior. Donde buscamos que el otro nos llene, complazca y complete nuestras necesidades.
Cuántos hijos habrá por ahí, angustiados y agotados por sentir que sus acciones no cumplen las expectativas de sus padres.
Cuántas parejas habrá unidas para cumplir con mandatos que están inconscientemente grabados a fuego dentro de nosotros y para llenar vacíos existenciales.
Cuántos padres habrá frustrados porque sus hijos no cumplen sus anhelos, o habrá algunos felices porque lograron esclavizar a sus herederos, y de esta manera, hacer cumplir con sus estructuras rígidas, las cuales vienen repitiendo por generaciones.

¿Te das cuenta? QUERER es tan sólo un setimiento egoísta. Por lo tanto, hemos confundido el verdadero AMOR.
¿Cómo te das cuenta si estás QUERIENDO o AMANDO?
Porque el amor no quiere nada. El amor es simplemente un sentimiento que te permite desear lo mejor al otro, sin interponer tu QUIERO. Amar es soltar todo pensamiento o emoción negativa que estructure al otro en tus necesidades.
AMAR es sentirte pleno y lleno de ti, sin necesidad que el otro tenga la tarea de completarte.
¿Por qué nos cuesta tanto amar sin QUERER?
Porque no nos conocemos internamente, porque no nos amamos a nosotros mismos y sobre todo, porque tenemos miedo. Porque no conocemos la sensación más pura de sentirnos amados por todo y por todos. Esa sensación nos entrega seguridad interna y plena confianza en nosotros mismos.
Con el miedo buscamos que nos demuestren amor, que el otro nos otorgue seguridad. Generando una conducta adictiva, posesiva, controladora, manipuladora y muchas veces víctima. Buscar amor afuera, es estar en una permanente búsqueda, exigencia y reclamo.
Es momento de encontrar la manera de amarte, de utilizar tu tiempo en generar acciones que te entreguen a ti mismo, placer, respeto y dedicación.
No te quedes esperando que algo bueno suceda para ti. Anda y sal a la vida a generar vivencias positivas. Ve a caminar, pon música y baila solo, canta, lee un libro de tu interés, cómprate algo para regalarte, inscríbete en algún curso de tu gusto, busca irte unos días solo algún lugar desconocido, en fin… busca hacer algo para ti y por ti. Comienza con detalles, genera una conducta, que logre ser habitual pensar en ti. No es egoísmo, es amarte.
¡ÁMATE!
«Es momento de encontrar la manera de amarte, de utilizar tu tiempo en generar acciones que te entregues placer, respeto y dedicación«

Despierta y comienza agradeciendo un día más de vida, de experimentar, de conocerte
y de amarte.
Te comparto un ejercicio:
Siéntate en frente de un espejo y háblate como si fueras tu mejor amigo y confidente.
Toma una postura entusiasta y cuéntale lo que hoy te gustaría hacer.
Por ejemplo: hablar con esa persona que hace mucho tiempo no sabes de él o de ella, arreglar una situación con alguien, comer un postre o una comida que te fascina, caminar escuchando música, salir a trotar, tirarte en el suelo de alguna plaza o de algún ambiente al aire libre, etc. Cuéntale lo que te gustaría hacer. Planea con ese otro yo que tienes en frente cómo lo harás.
Por último sal a ejecutar tu plan de mimarte a ti mismo.
Descubrirás aspectos de ti y disfrutarás tu plan. Verás que no necesitas de nadie, sólo de tu fuerza de voluntad y compromiso contigo mismo.
¡ÁMATE!
0 comentarios