Muchas mujeres viven más masculinizadas, hombres feminizados, mujeres neutras u hombres neutros que no emanan una energía aparente. También hombres o mujeres que tienen una anatomía y una biología que les corresponde un género que no condice con su percepción. En fin, hay un sin números de situaciones con respecto a nuestro género y cómo estamos observando estas energías que nos conforman.
«La persona tendrá que observar lo que viene a experimentar y aprender sobre la existencia humana»

Más allá del género que nos toque vivir en este cuerpo, llevamos inherentemente estas dos fuerzas en nuestra configuración interna, en el momento que un hombre y una mujer se unieron para generar y crear una vida.
Nuestra conformación, desde nuestro origen, corresponde a dos energías sagradas: el masculino y el femenino, que desde la Fuente de todo lo creado, han ido desdoblándose para bajar por todas las dimensiones. Se manifiestan como dos polaridades, con marcadas diferencias.
Cuando hablamos que son sagradas es porque merece un respeto excepcional. Ya que somos estas fuerzas cósmicas, de ellas provenimos y heredamos todo su potencial.
Es muy importante comprender nuestra constitución, así comenzamos a mirarnos y responsabilizarnos del cuidado amoroso que debemos tener de nosotros mismos.
Hoy nos daremos a la tarea de hablar del “Masculino sagrado” que está y vibra en cada cuerpo humano. Aceptarlo, no implica renunciar a la energía femenina. La responsabilidad de cada ser humano es tomar y equilibrar estas dos fuerzas.
El desdoblamiento más tangible en este plano de existencia es la primera relación que experimentamos con el primer hombre de nuestra vida, que es nuestro padre (puede ser nuestro padre biológico o alguien que haya ocupado el lugar de referente paterno). Por ende, guardamos en nuestra memoria celular, psicológica, emocional, del ADN y física, toda la información que adquirimos de ellos, según nuestra percepción y nuestra tarea de aprendizaje que nos haya enviado nuestra Alma.
¿Cómo estás con el primer hombre de tu vida? ¿Qué repites de él positiva o negativamente?
Si hay algo en ti que no está equilibrado, sin dudas corresponde a que debes tomar conscientemente estas fuerzas en ti.
Nuestros padres no son culpables de nada (la culpa es una creación errónea de la humanidad, para la divinidad sólo existen responsables). Nosotros elegimos nacer de ellos en un pacto álmico que contractamos antes de venir a experimentar esta vida. Entonces, según lo antes mencionado, sólo nos queda ordenar lo que falta y lo que tenemos en virtudes, potenciarlo.
A continuación, vamos a ver lo que nos entrega en virtudes el “masculino sagrado”. Te invito a que reflexiones y hagas una autobservación, para evaluar lo que tienes y lo que careces. De esta manera tomarás consciencia de cómo te encuentras internamente, ya que se debe expresar en tu vida. Porque como es arriba, es abajo, como es adentro, es afuera. Por ende, las manifestaciones se plasman en tu vida cotidiana.

«Debemos ordenar lo que nos falta y potenciar nuestras virtudes.»
Características del masculino sagrado
En todos los aspectos de la vida nos proporciona cualidades de acción, rapidez, intrepidez, osadía, entusiasmo, fuerza, determinación sostén, enfoque y fe. También el masculino tiene una representación directa en varias partes de la conformación del universo, del planeta y de nuestro cuerpo. Todo se repite desde el macro universo, hasta nuestro cuerpo que es un micro universo. En nuestro campo electromagnético, corresponde a la electricidad. En nuestro cuerpo físico, el lado derecho tiene la carga energética masculina, así como la Mente, el Sol, el Día, el Cielo, la primavera, el verano, la Luz, la Actividad, el Norte, el Espíritu, en los elementos de la naturaleza es el Fuego y la Tierra y varias Virtudes que vienen aparejadas con esta energía sagrada.
Vamos a explicar las virtudes más importantes:
• Nos entrega disciplina, que es la capacidad de poner en práctica una serie de principios relativos al orden y la constancia, tanto para la ejecución de tareas y actividades cotidianas.
• Nos proporciona autoridad, que es la facultad o potestad que se tiene para gobernar o ejercer el mando, en cualquier situación de tu vida. De este modo, tener autoridad supone por un lado, mandar en tus actos y decisiones, por otro lado, ser obedecido en lo que pides o eliges para tu vida.
• Nos ayuda a establecer límites. Los límites físicos, psicológicos o emocionales suelen indicar un punto que no debe o no puede sobrepasarse. Poner límites establece normas y reglas para una persona o una familia. También pueden definir los derechos y deberes, ya sean tuyos o de otra persona. Esto ayuda para discernir entre lo correcto y lo incorrecto, además que comunican valores. De esta manera puedes ir equilibrado hacia cualquier objetivo que te propongas.
• Nos brinda penetrabilidad. Nos hace virtuosos en traspasar cualquier situación, por más difícil o dura que ésta sea. Desde ya, ésta energía tiene la fuerza y la capacidad de traspasar cualquier evento.
• Nos da propósitos. El propósito es aquello que mueve a una persona a llevar a cabo cierta acción. Se relaciona con los objetivos y los deseos de lograr algo en concreto para cumplir una meta personal. Cuando existe un propósito se logra cierta finalidad en las acciones y hay algo que mueve para seguir adelante. El propósito nos da un sentido y una orientación hacia donde queremos llevar nuestro esfuerzo, así como nuestras ganas de vivir.
• Nos hace tener confianza, que es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene en otra persona o de algo. También se trata de la presunción de uno mismo y del ánimo o vigor para obrar en nuestra vida, con completa seguridad.
• Podemos tener concretización y así precisar o concretar proyectos, ideas y todo lo que queramos para nosotros. Ver plasmado nuestros logros, es una fuente de motivación.
Todo se repite desde el macro universo, hasta nuestro cuerpo que es un micro universo.
• Nos otorga perseverancia, que es el esfuerzo continuo necesario para lograr aquellos objetivos que nos proponemos. Es importante no rendirse ante las dificultades que podemos encontrar en el camino, no perder nunca la voluntad y la esperanza. Cuando hay perseverancia, cualquier situación puede demorar su tiempo, pero de todas maneras nos hace el transito ameno, sabio y satisfactorio.
• Nos ayuda a obrar desde la voluntad, que es la potestad de dirigir el accionar propio. Se trata de una propiedad de la personalidad que apela a una especie de fuerza para desarrollar una acción de acuerdo a un resultado esperado. Algo elegido por propia voluntad no es obligado por un impulso externo.
• Podemos afrontar la vida con coraje. Esto te proporciona el valor, la decisión y el apasionamiento con se acomete una acción, especialmente con que se arremete al enemigo o se afronta un peligro o una dificultad. Cuando tienes coraje, no tienes miedo al fracaso, tienes el valor y la fortaleza de enfrentar cualquier situación.
• Llevamos en nosotros el emprendimiento. Iniciamos actividades que exigen esfuerzo o trabajo, o tiene cierta importancia o envergadura, sin ningún tipo de reparos. Con una mirada innovadora a cada paso.
• Nos da Lealtad. Que es un sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien. En ese sentido, una persona es leal cuando retribuye lo recibido en justa medida, cuando no da la espalda a la comunidad a la que pertenece, o cuando honra sus afectos con igualdad de compromiso. Las actitudes contrarias, lógicamente, se asocian con la deslealtad, la traición o el deshonor.
• Nos compromete con el conocimiento, que es la facultad y capacidad que poseen los individuos de pensar, construir ideas o conceptos abstractos, así como de construir una representación mental de algo o alguien. Previo al conocimiento científico, el ser humano realizaba un conjunto de pensamientos básicos, es decir, más sencillos. A medidas que la humanidad ha ido evolucionando, el conocimiento ha ido de la mano. En estos tiempos es fundamental cultivar el conocimiento para tomar decisiones inteligentes. Cuando estamos bien con ésta energía, sabemos decidir que estudiar para luego desarrollarnos en la vida.
• Nos lleva a actuar con firmeza, para resistir la tentación de hacer cosas que lastimen a otras personas o a nosotros mismos. La firmeza nos hace cumplir con las promesas y los compromisos que hemos hecho. Es el fundamento de muchas otras cualidades del carácter firme.
La energía masculina bien plantada corre a la protección, motivación y materialización de la energía femenina. Una necesita de la otra y viceversa.
¿Qué tienes de los valores y virtudes, antes mencionados? ¿Están reflejadas en tu vida?
Espero este artículo te haya llevado a comprender un poco más de dónde vienes, que te lleve a la reflexión para potenciar lo que ya tienes y que busques lo que falta. De ésta manera, irás equilibrando tu energía masculina, independiente del género que te haya tocado vivenciar en ésta vida.
Tomar el femenino y el masculino en nosotros, es la nueva tarea que tenemos como humanidad en estos tiempos de evolución. No puedes rechazar una u otra, tampoco exaltar una u otra, el equilibrio se encuentra en conocer cada una de ellas para reconocerla en nosotros mismos y así, despertar la sabiduría interior, para ponerla de manifiesto en la vida.
Ámate y ama el origen de donde provienes, así comprenderás el sentido de tu existencia. Que el universo te bendiga y te haga volver a tu génesis completamente equilibrado en tu real Ser Superior.
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